miércoles, 15 de diciembre de 2010

El origen de 8 refranes populares


Bienvenido a Curiosity's kitten, el sitio más interesante que encontrarás hoy. Y para muestra un botón: Ese refrán, que la gente dice por repetición y que no tiene sentido tiene su origen en un tío llamado Hindemburg, un mariscal prusiano, que decía que "Me falta echar en falta el botón de una guerrera para saber como es un soldado", ya que las pequeñas faltas son las que nadie busca. Salvo los profesores de Lengua, que me suspendieron más de un examen por poner cuatro tildes mal. Pero en fin, esa gente está resentida con la vida. ¿Quieres saber de dónde salen otros 8 refranes populares? Pues atento...


8. Más chulo que un ocho

Significado: Ser muy chulo. Más que un ocho, al menos.

Si buscas "ocho" en el diccionario, te dirá que es un número. Si buscas "chulo", te dirá que es Chuck Norris. Y si buscas "pene", madura de una vez. En fin, la cosa es que los ochos no son chulos. Los que sí eran chulos eran los chulapos y chulapas de Madrid. Resulta que, antiguamente los chulapos llegaban a la verbena de San Isidro en tranvía. Y ¿cual era el número de ese tranvía, os preguntaréis? Pues, ¡Oh, cielos! ¡El ocho! A raíz de esto surgió la expresión "más chulo que un ocho". Yo siempre creí que era porque los ochos llevaban los brazos en jarra, pero nada. Viene de un tren. Qué cosas.

7. Ponerse las botas

Significado: Hartarse a comer y a beber. Y a cualquier otra cosa, realmente.

Bueno, pues resulta que allá por la época de antaño, la clase baja solía calzar alpargatas o zapatos. Mientras que los ricos solían llevar botas. Digamos que las botas eran el Ferrari de la época, lo cual nos hace dar gracias de haber nacido en esta época. En cualquier caso, ya ves hacia dónde va ésto: El rico comía y bebía en abundancia; el rico llevaba botas; así que ponerse las botas significa convertirse en un tío más cebado que una oca en Francia. Básicamente.

6. Quien fue a Sevilla, perdió su silla

Significado: No te levantes si hay amigos cabrones cerca.

A todos nos la han dicho, y todos hemos querido echar a patadas del asiento al miserable de turno. Bueno, pues resulta que el refrán tiene su origen en (wait for it...) Sevilla, solo que las cosas ocurrieron al revés de como se podría pensar. Resulta que el arzobispo de Galicia era el sobrino del arzobispo de Sevilla, Alonso de Fonseca. El sobrino era un chaval con acné hasta en los ojos, gafas de pasta y aparato (dramatización: Puede que no ocurriera), asi que era incapaz de enfrentarse a los problemas de Galicia. Alonso pactó con él cambiarse los arzobispados hasta que lograse sacarle las castañas del fuego. Pero, cuando solucionó el asunto, el repelente sobrino decidió que prefería quedarse en Sevilla. Apareció el Papa, apareció el rey, y finalmente lograron echar al mierda niñato. Por el pueblo se extendió la frase "Quien se fue de Sevilla perdió su silla, pero con el paso del tiempo el refrán cambió completamente.

5. A buenas horas, mangas verdes

Significado: Humillación recibida por llegar tarde.

Si alguna vez... en fin, has visto Los Simpsons. 17 veces cada episodio, probablemente. Y conoces al jefe Wiggum: la ineptitud personificada. Bueno, pues de unos policías de ese estilo viene el refrán. De La Santa Hermandad, el Equipo A personal de Isabel la Católica, que iban vestidos con un chaleco que dejaba ver las mangas de sus camisas rojas.
Que no, hombre, que eran verdes. Resulta que, aunque al principio eran efectivos, los hombres de Isabel comenzaron a llegar tarde a todas las escenas del crimen. Algunos chistosos comenzaron a popularizar lo de "mangas verdes", y al final el único legado que nos han dejado ha sido un refrán en el que se evidencia su inutilidad. Vergüenza sobre vosotros y vuestras familias, mangas verdes.

4. Poner los cuernos

Significado: Serle infiel a tu pareja.

Hay dos teorías opuestas respecto al dicho, y ambos tienen que ver con los cuernos, valga la redundancia. Una de las teorías era que la gente colgaba unos cuernos de la puerta de su casa cuando se dedicaba a darle al tema. Aunque hay otra teoría más fiable, y es que, cuando un hombre le había sido infiel a su pareja (o viceversa), el castigo era pasearle por el pueblo con unos cuernos en la cabeza. Así era la gente en aquella época, imaginativa. Si esto hubiese continuado hoy en día, Tiger Woods habría muerto descoyuntado...

3. Por los pelos

Significado: Por poco.

Volvemos a la antigüedad (no hemos salido de ella, creo) para hablar de la Marina. Al parecer, saber nadar era un punto extra para entrar, pero no un requisito indispensable. Dejando al lado la estupidez que derrochaba la gente por aquellos tiempos, la cosa es que, si alguien caía al agua, el resto de compañeros debían correr a socorrerle, y muchas veces lograban sacarle tirándole del pelo o la barba, como en aquella escena del Señor de los anillos. Así pues, los marineros se salvaban por muy poco, de milagro, gracias a los pelos. De algún modo, nos hemos molestado en recordar aquellas anécdotas hasta la actualidad, donde somos mucho más responsables de nuestra seguridad y conscientes de los riesgos.
Nótese la ironía.

2. Más feo que Picio

Significado: Feo con ganas, que es difícil de verle, un orco en toda regla.

No hace falta ser un genio para saber de dónde viene este refrán, pero ¿tan feo era el tal Picio como para haberle colocado como el tope de la repugnancia, dejadez y del espanto? Pues parece que si. Resulta que el Paquirrín de la época era un zapatero de Granada que fue condenado a muerte. Por aquella época el tipo era pasable, pero el problema vino cuando, mientras recibía los últimos sacramentos, le comentaron que realmente no iban a asesinarle, que le habían indultado. Picio sufrió la típica reacción en esos casos: Se le cayó absolutamente todo el pelo y se llenó la cara de tumores, granos y demás forúnculos. ¿Que si esto puede pasar realmente? Qué más da, la cosa es que por una razón u otra el tío se quedó hecho un asco. Tuvo que ponerse un pañuelo en la cara, pero la gente no lo aceptaba, y le fueron echando de los pueblos a los que huía. Tras su muerte, el cura le dio la unción a distancia por el asco que daba el pobre hombre.

1. Que si quieres arroz, Catalina

Significado: Que te tomen por el pito del sereno. Vaya, eso es otro refrán absurdo. Quiere decir que no te hagan ni caso.

Este refrán ocupa el primer puesto porque es el más absurdo de todos. Resulta que la Catalina esta era una adicta al arroz. Lo comía todo el tiempo, y decía que curaba cualquier mal. Cuando, por el ritmo natural de las cosas la chica cayó enferma y agónica, sus vecinos la ofrecieron arroz. Pero Catalina, que estaba yéndose hacia la luz no les escuchó, por mucho que gritasen "¡Que si quieres arroz, Catalina!". Ya está, es así de estúpido. Se ve que la frase se debió hacer famosa, y ahora se ha convertido en un refrán popular. ¿Qué, que no te lo crees? Ya, yo tampoco. Pero ya conoces el refrán: Cuando el gato de la curiosidad lo dice, es que es cierto.
O no.
Nos vemos.

 

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